Según vos, éste es mi problema.

Ella tenía un don.
Podía imaginar universos en un botón.
Solía demorarse en las canillas del barrio.
Cada gota la convidaba con océanos, barcos e historias de piratas.
Daba la vuelta al mundo en una manzana.
Un pastito era suficiente para que Ella sintiera el perfume del campo en la mañana.
O un pájaro, para que recorriera el cielo y mirara bien de cerca las nubes.
Es que como le digo, Ella tenía un don.
Pero una tarde pasó el amor frente a su ventana:
miles de besos, de abrazos y caricias, y hasta dos hijos...
Y Ella sólo vio pasar a un muchacho.

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