Comentario que se transforma en entrada.

Sí, pienso mucho en el mundo, en las culturas, en lo mucho que me gustaría conocerlo, y no sólo esos puntos turísticos (o sea, vamos, sí que me encantaría conocer París, Venecia, el Coliseo, Disney y las Pirámides). Yo sueño con cada rincón, cada pueblito, cada paisaje perdido. Quiero vivir un año (mínimo) en cada ciudad para recorrerla a fondo y conocer esos lugares que se le pasan desapercibidos al turista con cámara de fotos que sólo abarcan la torre eiffel y las ruinas de qwiuryoiesufhdsjhfjsbh.
Siento que quiero vivir la vida de cada persona, y saber qué piensan, saber cómo es trabajar de lo que trabajan, adquirir sus conocimientos en cualquier materia.
Quiero saberlo todo de la naturaleza, quiero conocer cada ciencia que la humanidad ha inventado y descubierto. Quiero saber de antropología, de historia y de geografía. Quiero viajar al pasado y conocer la Belle Epoque, la Revolución Francesa, el Cristianismo, los Mayas, las catacumbas, los dinosaurios, la 'Corte del Rey', de cualquier rey, de todos los reyes! Conocer a Mozart, a Beethoven, a San Martín, a Luther King, a Cortázar, a Cervantes, a Agatha Christie, a San Pablo,  a Picasso, a Hemingway, a Armstrong, a mi mamá y a mis tíos cuando eran chicos, a la Reina Victoria, a mi abuela cuando era adolescente...! bueno, a taaaannnntos! Y es como que acá estoy vomitando todo así, rapidamente, pero cuando pienso en todo esto, en cada lugar que quiero conocer, en  cada cosa que quiero SABER, en cada época en la que me gustaría vivir, en cada persona que quiero conocer, algo adentro mío es como que aletea, y se despierta y grita y grita y se desvive por salir de esta jaula y hacer todo esto y más.
Resumiendo, yo digo: ¿Por qué tuve que recibir esto? ¿Por qué este deseo de abarcar cada centímetro de la Tierra y en cada segundo que lleva de vida y al mismo tiempo el conocimiento de que no puedo hacerlo? Más que un castigo, es una MALDICIÓN.
El soñar too much. El despertar con sabor a nada y hojas secas en la mano. El llorar por cosas que no fueron perdidas, ya que nunca fueron recibidas. El entender que no hay posibilidad de que esto ocurra, nada, nada, nada. El no saber quién maneja mal las cosas: si el que no se entera de todo esto y vive su vida como si fuera lo único importante que pisó el polvo de esta Tierra, o yo que no vivo, sino que sufro por todo lo que sé que no me es dado, y que nunca, nunca, nunca se me dará.

Comentarios

  1. Es lindo todo lo que decís: conocer lugares y gente nueva, en multitud de espacios y tiempos.
    Pero tal vez que a veces no es así (y en algunos casos hasta imposible) porque no es necesario que así lo fuera.
    Porque a veces lo necesario para nuestra felicidad estaría más cerca que lejos.
    O por lo menos así me gusta pensar a mí.
    Te quiero mucho. :) ♥

    ResponderEliminar

Publicar un comentario