Un día que te vi de cerca.

No te quería de esa forma. No me atraés físicamente. Es sola, sencilla y llanamente, la manera en la que me hacés reír. Probablemente no me quieras de esa forma. Probablemente no te atraiga físicamente. Pero sé, cierto y seguro, que te gusta reír conmigo. Es como química. Es como magia. Es como si no hubiera nada más. Es simple. Es correcto. Es meant to be. A veces te encuentro mirándome y me da miedo (y al mismo tiempo tiemblo de emoción), cuando parece que estás a punto de darme un beso. Y aunque nos traería miles, millones de problemas, a veces (casi siempre…), sueño con que lo hagas. Con que rompas esa barrera. Con que mandes todo a volar y sólo pienses en “vos y yo”. Y sé, sé, sé que nunca lo vas a hacer. Aquella vez que tomaste bastante y te me acercaste demasiado estuviste a dos segundos de actuar sin pensar, lo sé. Temblé, rogué a todos los dioses del Olimpo, casi que me acerqué un poco más. Pero el beso no llegó. Yo no puedo darme el lujo de empezarlo (y bien que lo haría). A vos se te puede perdonar un descuido, como amigos, por culpa del alcohol, o lo que sea, pero a mí no. Y sigo esperando que te animes. Como hoy, que me hiciste un mimo imperceptible mientras jugábamos y nos reíamos. Y terminé alejándome yo cuando todos los ojos estaban en nosotros. Pido un beso para  que podamos definirnos. Para que podamos saber si sólo somos amigos, como hermanos, o que hay más en esta química que tenemos. ¿Y si no definimos? Sé que a pesar de todo, te voy a seguir teniendo. Me voy a seguir riendo con vos. Me vas a seguir mimando en momentos de olvido y descuido. Te voy a seguir cuidando. Y si no se da nunca, si queda esa intriga, tal vez sea porque es eso lo que nos mantiene unidos, como cuando eras chico (chiquísimo) y estabas enamoradísimo de mí y no te podía despegar de al lado mío. Somos diferentes (muy), pero nos entendemos tanto, nos reímos tanto y de lo mismo, compartimos tanto y nos conocemos tanto, que somos amigos, hermanos, compañeros de la vida. Y sin embargo, leyendo lo que escribo, amigo, no puedo evitar pensar en que todo esto está sólo en mi cabeza, y para vos sólo soy una hermana, amiga, muy divertida y que te entiende a la perfección.

Comentarios