Octubre

Silencio. Escuchemos. ¿De qué habla todo el mundo? ¿Qué grita el cielo? ¿Qué canta el mar? ¿Qué cuenta la tierra? Escuchemos: ‘Hola, Octubre’


Y pienso.. ¿Hola Octubre? Sí, está bien, te saludo pero porque mi mamá me enseñó a ser educada, aunque sabé que tenemos que arreglar un par de cositas.


Quiero ser feliz en Octubre. Quiero llorar, sí, pero porque, entre vos y yo, siempre necesito esa descarga. Si no me pego mi llantito solitario cada tanto, me pongo irritable y busco en los demás razones para llorar. Pero quiero contar con alegrías, sonrisas y felicidad.


Quiero que la gente que me rodea me quiera un poquito más. Soy dependiente, sí. Pero aprendí a admitirlo, a aceptarlo y a sobrellevarlo. Y me gusta que la gente me sonría, me mime, me diga que me quiere ¿por qué tanto problema? Hay gente que disfruta haciendo sufrir a los demás y vos me venís a retar porque soy sensiblera
.

Quiero tomar una decisión importante. Algo que me abra un nuevo abanico de posibilidades. Una decisión que me coma la cabeza, que me preocupe, pero que me lleve a un lugar distinto, que me haga subir un escaloncito más en esta escalera que es mi vida.


Quiero aprender cosas nuevas. Hechos, datos, fechas, nombres. Sobre todo lo que se te ocurra. Pero quiero aprender también un poco más de la vida, quiero aprender a entenderme mejor, quiero aprender más sobre mis defectos.


Quiero crecer. Quiero jugar. Quiero reír. Quiero abrazar. Quiero amar. Quiero vivir plenamente. No pido lunas ni estrellas, no pido fama, no pido un maletín con un millón de euros. Quiero vivir de manera que valga la pena. Quiero que si hubiera alguien arriba mirando mi vida, la viera como una vida más, sin grandes sobresaltos, pero que cada minuto, sea feliz o triste, sea cantado o en silencio, sea solitario o en compañía, sea un minuto único, eterno y digno de ser atesorado en botellita de cristal, con tapón de oro y cintita blanca alrededor, adentro del armario de ébano y plata, en el que se guardan las cosas más bellas de este mundo y de todos los otros.


En resumidas cuentas, querido Octubre, te pido que seas como un mes más, pero fuera de serie.

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