¿Dónde estás, corazón?
No busco a alguien. Quizás a mí misma.
No busco algo material. Quizás un lugar donde sentarme y
llorar.
Me preguntaron dónde está mi corazón. Y la verdad es que no
sé. Soy una mina que siempre le puso corazón a todo. Corazón a la vida. Corazón
a los vínculos. Corazón al hogar. Corazón al laburo. Corazón al estudio.
Corazón a lo que no tiene corazón.
Y hoy que no tengo nada, ¿dónde está mi corazón?
¿Estará por ahí? Por las dudas te pido que te fijes, ahí
cerquita tuyo, a ver si lo encontrás. Quizás escondido en un rincón, o silbando
en una esquina haciendo como que no pasa nada.
Si lo encontrás medio rotito, ponele una curita y regalale
una sonrisa. Te juro que no necesita mucho más para empezar a sanar. Y en
cuanto lo veas que va mejorando, me lo mandás para casa nomás. O si querés te
lo quedás, ahí pegadito al tuyo.
Yo mientras le sigo buscando un lugar adentro de todo este
lío que soy.
Y vamos viendo.
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