Calendario etéreo-.

La luz se filtró en el caleidoscopio llenando los colores
y la llave no pudo abrir la puerta
que fluía en el curso del río del destino.
Se quebró la vasija que contenía
los deseos de los ángeles que insuflan
las fuerzas a los seres mortales.
Y en la Tierra nadie comprendía
por qué la lluvia caía sin cesar
limpiando las penas, pero alejando el amor.
Los días corrían en el calendario
y el infinito se veía lejano,
pero el presente se hacía eterno.
Cayó la gloria de las naciones. 
Se acabó el juego de azar.
Es hora de terminar lo empezado
y no buscar las señales, el tiempo, o el final del mar.
Vivir el aquí y el ahora sabiendo que todo siempre vuelve
a comenzar.

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