Saludo al sol.

Una señora se acerca en mano contraria caminando despacito. Seguro que esto es lo que le 'recomendó el doctor'. Un hombre solitario hace unos movimientos lentos y extraños a mi conocimiento general, debe ser yoga o algo similar. Increíblemente, tiene algo que me atrapa, y freno unos minutos de mi caminata, de mi tiempo, de mi vida, para observarlo. Movimientos lentos, pero como queriendo ser grandes. Ostentosos. Importantes. Mas nada es eterno en esta vida, y el tiempo me viene a buscar a mi rincón solitario y me encauza nuevamente en las manecillas del reloj. Sigo caminando. Una chica me pasa a toda velocidad en sus rollers. La envidio un poco, tendría que haber salido con los míos y no caminando. Se pierde en el mar de gente en pocos segundos. Un grupo de chicos sentados tomando mate. Un par de mujeres caminando y obviamente hablando de una tercera. La parejita que sale feliz en las mañanas, antes de comenzar el día laboral o en la casa. El joven que hace ejercicios. Los perros. Las palomas. El ruido del mar. El sol. El pasto, cómo me gusta el olor a pasto. El salitre, se siente diferente en las mañanas. Gente, más gente, y más gente. Que pasan a mi lado y se pierden. Pero que van hablando, que van pensando, que van planeando su día, su semana. Gente que conoce gente, que conoce gente, que tal vez yo conozco. Gente que tiene un sobrino que está de novio con la hermana de la que fue mi profesora favorita. Gente que tiene un cuñado que está casado con la ex-mujer de mi médico. Pareciera que estamos todos relacionados, pero lo que más tristeza me da es que estamos todos solos. Tan solos.

Y no, creo que hoy, mi problema es que yo me siento sola.

"Quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte.."