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Mostrando entradas de marzo, 2018

Si no hay amor...

Esto no es escrito en compu. Es desde el celu en una noche de alcohol. Para todos aquellos que no entienden por qué no lloro por amor: es gracias a Fernando. Fernando fue mi primer amor y, obviamente, me rompió el corazón. Gracias a ese romper,  a ese (sentir) desgarrar, a ese destruir,  yo descubrí algo más. Descubrí que era fuerte. Descubrí que era entera. Descubrí que no necesitaba de nadie para ser quien soy. Cuando era chica (y me moría por Fernando) mis amigos lo saben y acreditan, cantaba una canción que decía "nunca imaginé que de amor podría morir".. y es que no entendía nada. Porque la verdad es que yo muero siempre por amor. El día que te ame, el mismísimo segundo en que te ame, vas a saber, a entender, a sentir,  que yo muero por amor. Doy todo por amor. Remo mares enteros, surco mares enteros, lloro mares enteros, dreno mares enteros por amor. Y no me arrepiento ni un segundo de eso. No puedo arrepentirme de dar todo lo que tengo. No puedo arrepentirme de s

Nunca supe perder.

Es un alma rota. Desde siempre. Desde que tiene memoria. Un alma rota que intentó pasar por entera. Que intentó ser mejor. Que intentó crecer espiritualmente. Que intentó amar para siempre. Pero nunca dejó de ser lo que era: un alma rota. Quizás la rompió su madre, al hacerle creer que debía ser diferente. Quizás la rompió su padre, al abandonarla. Quizás fue ese primer amor, tan cruel. O ese segundo amor, tan vacío y violento. Lo cierto es que esta alma rota te encontró, quizás más roto que ella misma, y se hizo la experta. Se hizo la que no pasaba nada, que estaba todo bien, que todo se podía aprender. Se bancó caídas, curó heridas, cuidó sueños. Soportó tristezas con su actitud más guerrera e inquebrantable. Superó obstáculos casi atléticamente. Canchereó. Flirteó con la muerte vincular, pero siempre salió airosa. Se la dio de campeona, de invencible, de revanchera. Por hacerse la entera soñó con crecer. Por creerse que tenía alas, quis

La puta ama.

No importa qué nos pase adentro. Afuera somos sonrisa. Sonrisa con ojos y dientes y corazón. Porque no importa. Porque duele como el fuego pero hay que seguir. Porque caen las gotas de lluvia y la nube y todo, pero hay que seguir. Porque parece que el mundo se apaga y pierde los bordes y colores, pero hay que seguir. Porque mirás los edificios de la ciudad y todas las persianas están bajas, pero hay que seguir. Porque observás las flores, y están todas cerradas, pero hay que seguir. Porque creés que estás sola en el mundo y para siempre, pero seguís. Y no. No estás sola. Nunca lo vas a estar. Porque aunque creas que ya no hay amigos, familia o amor, siempre estás vos. Si vas a seguir, que sea por vos. Si vas a crecer, que sea por vos. Si vas a aprender, que sea por vos. Si vas a amar, que sea a vos misma y toda esa maravilla que sos. Toda sonrisa con ojos y dientes y corazón. Toda esa conjunción de átomos y moléculas y células que te conforman. Que te hacen hermosa, por dentro